11 de julio de 2008

La realidad y los nombres

Quelonio dixit:

"Nominar cualquier elemento de la vida cotidiana es un acto irreflexivo, espontáneo, y no se nutre de mayor inspiración que la que puede dar un sonido, una analogía o una repetición. Es acaso el único acto democrático que existe entre los hombres. La razón de su vigencia y poder radica en que ellos no lo saben, pues de saberlo, las diferencias se potenciarían hasta resquebrajar el lenguaje en infinitas partes; cada hombre debería acotar su vocabulario y, con él, su comprensión del mundo. Antes de pensar en la flor, pensaría en la palabra “flor”, y esto convertiría al hombre en un ser puramente gramatical. Las escuelas ya no tendrían como asignatura la Lengua, sino algo que bien podría llamarse la Referencia: deberían enseñar a los niños y jóvenes, no los accidentes de una palabra, sino a relacionar esa palabra con un ser, un objeto o una idea. Pero los hombres siguen sin saberlo y por eso continúan practicando, dóciles, ese acto de consenso implícito que significa la nominalización de la realidad. Necesitan encapsular cualquier percepción en una secuencia de sonidos, porque de lo contrario la asimetría entre palabra y referencia dejaría un vacío insoportable."

11 comentarios:

Arcángel Mirón dijo...

Coincido con Quelonio, sin duda.

Rodolfo N dijo...

Buen tema para reflexionar, realmente.
Un saludo, amigo

Fernando García-Lima dijo...

¿Y crees que en la nominalización de la realidad esta puede perder su pureza? ¿Nunca podremos asirla tal como es?

Anónimo dijo...

Nombramos la realidad para poder comunicarnos. Otra cosa es la percepción que cada ser como individuo tiene sobre la realidad y como la nombra... En fin! Diego que tu post da para una tesis :-)
Gracias por tu visita...yo me sigo pasando.

Diego dijo...

Arcángel: me gustaría coincidir con lo que dice, pero es que con Quelonio no puedo... no puedo. Un abrazo.

Rodolfo: gracias por tu visita. Cuando no delira (y no estoy muy seguro si acá no lo hace), Quelonio es capaz de hacernos reflexionar. Un abrazo.

Fer: particularmente, creo en lo que dice la malvada bruja, que nombramos la realidad para poder comunicarnos, sin pensar si puede perder o no su pureza. Hay una necesidad vital por encima de ese peligro. Creo que en parte Quelonio también lo piensa al decir que nominar la realidad es un acto irreflexivo. Y en cuanto a asirla tal como es, no olvidemos que la realidad es tiempo, el tiempo es infinito, pero el código no. Sólo nos queda combinar lo mejor posible ese código para lograr capturarla más o menos como es. Es lo que vienen intentando los escritores desde siempre. También nosotros lo intentamos. Un abrazo.

Malvada bruja del norte: parte de mi respuesta la tienes en lo que digo a Fer, aunque no sé si esa sería la respuesta que Quelonio daría. Un abrazo.

Perséfone dijo...

Yo también me decanto más por lo que dice la brujita que por lo que dice Quelonio, aunque sus palabras no dejan de ser la base perfecta para una interesante reflexión rodeada de amigos y café caliente (o un par de granizados, ahora con el calor).

Un abrazo enorme.

Myriam M dijo...

Una amiga me cedió un verso para uno de mis poemas, que yo siento casi mío:

"Todo se nombra, el mundo se ha acabado"

Creo que nombrar, como dijo José Hierro, lleva implícito perecer, romper el hechizo.

Sigo buscando cosas, sentimientos que no necesiten "presentación".

Un saludo, gracias por tus comentarios,

Lilith

Dejame que te cuente dijo...

la realidad es que leerte es un lujo al alcance de unos cuantos elegidos..
esos que tuvimos la uerte de tropezarnos con tu blog..
estetica, buena lectura y hasta preciosa musica...al servicio de nuestros setidos..
un beso amigo...

Diego dijo...

Perséfone: ojalá algún día podamos sentarnos a hablar de esas y otras menudencias. Haré lo posible por llevar a Quelonio. Un abrazo.
Lilith: "nombrar es como romper el hechizo..." es interesante y terrible. Quizá es cierto que somos asesinos de la realidad, pero ¿podríamos dejar de serlo? Un abrazo.
Fire: siempre será un honor tenerte por aquí; recuerda que tu blog está entre mis Musas. Un abrazo.

Anónimo dijo...

me haces pensar... y me gusta.

sigo leyéndote desde las sombras, pero con intensidad.

Miss Morpheus dijo...

¿Tú azul es mi azul, Diego?. ¿Por usar el mismo nombre percibimos de la misma manera? Me he formulado esta pregunta repetidas veces, e incluso me he atrevido a lanzarla a mi alrededor... Me hablan de longitudes de onda y de realidades inamovibles, levantando una ceja. Yo elevo los hombros en señal de resignación y sigo pensando que teníamos que darle un nombre al azul... pero que no es más que un nombre.