17 de noviembre de 2008

Postal rubeniana

“Me he venido a un rincón pequeño, solitario, sin más camino que ásperas rocas, ni más automóviles que los cangrejos, ante el caprichoso Cantábrico". Rubén Darío

El poeta viajero... así podría considerarse a Rubén Darío, cuyo cargo diplomático le permitió conocer Chile, Argentina, Inglaterra, Estados Unidos, Francia y tantos países más. Pero entre todos ellos, España fue siempre un destino especial para él, y él mismo fue especial para España. Más allá de las actuales discusiones acerca de si el Modernismo español ha sido obra de Rubén Darío o ya existía previamente a su llegada, lo cierto es que la poesía modernista hispanoamericana no habría sido la misma sin su avasallante influencia.

Entre 1904 y 1908 Darío viajó hasta Asturias, pero no para realizar ninguna labor diplomática, sino para descansar. El destino que eligió se encuentra a unos 50 km. de Oviedo, a pocos minutos de la inmensa Autopista Cantábrica, a orillas del Río Nalón. Poco antes de su desembocadura, hay dos pueblos: San Esteban de Pravia y La Arena. Allí permaneció el poeta tres temporadas, disfrutando del sosiego y del mar. Y entre sus paseos, hay uno que le gustaba especialmente. Cerca de Somado sale un sendero que sube hasta un monte, Monteagudo (círculo rojo).

Dicen que el poeta subía hasta esta cumbre, borracho, y sabía declamar versos oscuros con la mirada puesta en la desembocadura del Nalón. Verdad o leyenda, lo cierto es que el gran poeta estuvo allí, contemplando el río, el mar, sus pueblos, los prados interminables. Parte de esa maravilla que contempló Darío -una muy pequeña parte- podrán verla en esta postal que hoy he querido enviarles.


Y les dije a las brisas: "Soplad, soplad más fuerte:

soplad hacia las costas de la isla de la Vida."

Y en la playa quedaba desolada y perdida

una ilusión que aullaba como un perro a la Muerte.


("Marina", de Prosas profanas)


10 comentarios:

gemmacan dijo...

No tenía a Darío por necio, y menos ahora, cuando he sabido que escogía tan buena tierra para su "dolce fare niente". Me une a Asturias un lazo sentimental y sanguíneo, por lo tanto no puedo ser nada objetiva en este comentario.
Habrá lugares igual de bellos, pero más lo dudo.
Parece ser que fue Pérez de Ayala quien habló al poeta de esos paisajes, e incluso le visitó durante sus vacaciones nada más y nada menos que con Azorín.
Desde luego si el Nalón hablara... cuántas cosas nos podría contar.
(Jo, me merezco una botella de sidriña´!)
Besos!!!

josef dijo...

Darío... Sabía vivir el cabrito! Estaba en uno de los lugares más bonitos de España, y mira que hay lugares... Gracias por el post, un saludo!

Yurena Guillén dijo...

Aunque, anteriormente escritores como José Martí o Salvador Díaz, entre otros, ya habían comenzado a indagar en nuevos caminos para la poesía, lo cierto es que fue Rubén Darío el que elevó el término de modernismo hispánico. De toda su obra, me gusta especialmente "Azul".
Y que Asturias es un lugar hermoso, es un hecho innegable.

Abrazos

Mixha Zizek dijo...

Darío era un promotor de su obra y de la pooesía en general, un poeta que marco un tiempo y que seguirá marcando siempre imposible olvidarlo. Lo que más me gusta de él son sus prosas profanas y sus cantod de vida y esperanza. Tienen poemas inolvidables. El sí que aprovecho el tiempo con intensidad, interesante entrada sobre alguien que marco un hito, un beso

Perséfone dijo...

Quizás por eso su obra era tan majestuosa: Por toda la sabiduría que fue acumulando destino tras destino.

Un placer leerte, como siempre.

Saludos.

Sonia Betancort dijo...

Gracias por hablar del poeta que dio claves de belleza a tanta y tan buena poesía de América y del mundo. Y gracias por estar, viajero del otro lado.

Diego dijo...

Inga: seguramente los lazos que te unen a Asturias te harán comprender mejor la decisión de Darío de escaparse a estos bellos confines. Gracias por tus aclaraciones. Un abrazo.

Moderato: en la foto se percibe, antes de la desembocadura, los dos pueblos: a la izquierda San Esteban de Pravia, y en la costa de enfrente, La Arena. En San Esteban se alojaba en una posada llamada "El brillante" que aún hoy existe. Un abrazo.

Yurena: Y no olvidemos a Salvador Rueda, que cronológicamente es anterior a Darío. Ambos se consideraron a sí mismos iniciadores de esa revolución poética, aunque hoy día está casi unánimemente aceptado que Rueda no salió nunca de España, mientras que Darío superó todos los límites. Hay mucha bibliografía para discutir sobre este tema. Gracias por tus aportes. Me gusta mucho "Azul". Un abrazo.

Mixha: sí, vivió su vida con intensidad, tanta, que terminó muriendo demasiado joven. Su obra permanece y eso es lo importante. Un abrazo.

Perséfone: es posible, pero a él le preocupaba más la estética de lo que decía, no tanto lo que decía. Los centauros, cisnes, pavos reales, Loreley, fiestas galantes... eso estaba totalmente fuera del mundo físico que él conocía. Y fue todo eso lo que España dejó fuera de su poesía, ciñéndose, en cambio, a su música. Un abrazo.

Sonia: gracias por pasarte. Un abrazo.

Miss Morpheus dijo...

Me gustaría formar parte de esa postal y abandonar en esa playa alguna que otra ilusión perdida. O quizá respiraría hondo y me cargaría de ilusiones nuevas.

Un abrazo.

Dejame que te cuente dijo...

gracias amigo pro traerme un poco de la biografia de este grande de la literatura....preciosos fragmentos los que nos dejas....
un abrazo...

Anónimo dijo...

¿Sabes? Me encantan tus postales, pero sobre todo el final de esta. La foto es espectácular igual que los versos de Darío.