5 de marzo de 2009

Epithumía o el arte de no mirar

A veces la cronología va en detrimento de lo interesante, así que esta es la primera fecha que escogí de su diario:

Gonzalo (31, 20-06-08, S, P, 7.3, 8.5)* acaba de cerrar la puerta. No sirvieron las explicaciones, se fue seguro de que no me ha gustado. Odio el carácter lineal de la sexualidad masculina. "¿Por qué no me miras?", me preguntó mientras lo tenía arriba, "porque me pones cachonda", le respondí y para él habrá sido una suerte de acertijo. Lo cierto es que pensó que le tomaba el pelo y se enfadó. Intenté explicarle, le dije "vamos a ver, papi, no hay acto más íntimo que mirar a los ojos durante el sexo, pero cuando lo vivo en toda su plenitud, como hoy y como contigo y como hace un rato, hay momentos en los que salgo de mí para ser consciente del otro. Esto desata tales oleadas de placer, que cerrar los ojos se convierte en una necesidad. Mirarte provoca que salga de mi cuerpo durante unos segundos para tomar conciencia no sólo de mí, sino de todo lo que implica esa situación. Y pararme a pensar que no se puede estar más cerca de alguien a quien adoras, que su cuerpo se encuentra dentro del mío, mirarte y verte de verdad..., todo incrementa tanto el placer, que se hace necesario volver a cerrar los ojos para poder soportarlo, porque la excitación se multiplica de pronto, noto cómo la vagina se me llena de sangre y los labios menores se agrandan, hacen presión y estrechan el canal vaginal... y duele..., es un dolor que se extiende hacia el ano y baja por detrás de los abductores. Mayor excitación, mayor irrigación, incremento de la sensibilidad. Voy y vengo mirando y no mirando, paso del placer físico al placer emocional, juego con esa excitación hasta que mi cuerpo no puede más... y no porque el orgasmo sea inminente, sino porque realmente estoy disfrutando de esa marea de sensaciones y no soy sólo un cuerpo que se funde con otro..."
No dejó que terminara, demasiado difícil para él. Me tomó la cara entre sus manos y dijo "ya, entiendo". Luego se vistió y se fue.





*Epithumía tiene una nomenclatura muy precisa para referirse a los hombres. Al final de su diario se encuentran las referencias. No es el momento para describir el sistema completo, sólo me referiré a este caso: el primer número corresponde a la edad, el segundo grupo es la fecha en que lo conoció, la siguiente letra indica el estado civil: S (soltero), la P indica "profesional". Las últimas dos fórmulas son grados de belleza intelectual y física: del uno al diez en ambos casos siguiendo un par conceptual. Ejemplo: 7.3 indica un grado 7 de intelecto sumado a un 3 en la escala de "menos interesante-más interesante"; 8.5 indica 8 de belleza física y una destreza normal (5) en el uso del pene.

20 comentarios:

kuoremio07@gmail.com.ar dijo...

Que buen relato!maravilloso.besos

Noelia A dijo...

Vaya. Será la luna?? Es que todos los blogs que comento con regularidad parecen sincronizados en esta temática!!!!!
Jajaja
Buena narración!

Saludos

Mixha Zizek dijo...

Vaya el diario de Epithumía, esuna locura. Muy descriptivo y sumamente cautelosa para organizar a sus amentes. Esa pregunta por qué no la mira su amante me pareció divertida, en esos momentos esas preguntas, que divertida. Y la respuesta de ella mucho más, me recordé a la descripción del beso en la novela La Montaña Mágica de T.Mann. que parecía muy divertido también.
Buenísimo este relato, me pareció muy divertido y excelente, besoss

Myriam M dijo...

Hola Diego, sigo aquí donde siempre, je, je... pero dejando descansar el blog, enfocando la creación desde el todo, volviendo al formato libro... con muchas ideas y poco tiempo, pero feliz...

Un saludo,

Lilith

kuoremio07@gmail.com.ar dijo...

Te he dejado un detalle en mi blog!. BESOS

Yurena Guillén dijo...

Vaya... pues sí que Epitumía no es una mujer al uso. Estoy de acuerdo de que cuando amas, se suceden un par de segundos en los que tomas consciencia del otro. Pero con eso de la clasificación. Qué ansiedad!!! Tener que clasificar de ese modo a los hombres. Se supone que o te gustan o no te gustan. ¿El amor? El amor es otra historia... Y se da muy pocas veces.
Un abrazo grande, Diego. Me gustó mucho como has narrado este texto. Mucho.

josef dijo...

Se vistió y se fue? Así... Después de tanto frenesí? No podían volver a empezar. a mí este relato no me pareció muy dicvertido diego me pareció muy real, tan real como que lo viví mientras la miraba a los ojos o ella me miraba alos ojos ¡y divertido? Pues sí, placenteramente divertido, pero el amor es mucho más que diversión creo yo... o me lo tomo muy a pecho jajaja. Excelente!

simalme dijo...

Oú, vaya qué calor...

Anónimo dijo...

Pásate por mi rinconcito...yo vuelvo más tarde para leerte al tuyo...tengo una cosita para tí, porque te lo mereces, porque tu lo vales :-P

Fernando García-Lima dijo...

Jajaja, me ha encantado el final...

Qué simples somos, qué simples. Me alegra saber que la culpa no es nuestra.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Jajajaja...me he reído con esa descripción tan sumamente precisa y exacta que le hace a su amante Epithumía, tenía ganas de leer esta entrada y tengo ganas de más. (Jo! me estoy volviendo una fisgona como Quelonio, Mmmm, pero creo que de distinto grado).

* Sine Die * dijo...

Pues vuelvo a quedarme con "hambresed" de más, Diego....

;)

Besos

Anónimo dijo...

No hace falta...No hace falta que cuelgues o hagas algo que no te apetezca hacer. Sé que lo llevas dentro de tí, cerquita del corazón, con eso, me sobra y me basta.

Un beso!

Miss Morpheus dijo...

Si nos querías enganchar, lo has conseguido eligiendo este capítulo de su diario. Me imagino a esa tierna y cerebral Epithumía (d)escribiendo en su diario sus razonamientos (y tragándose su frustración...) Oliendo todavía a Gonzalo, con intelectuales gafas y una preciosa libreta apoyada sobre sus desnudas piernas.

La codificación de los hombres... ¡genial! Pobre Quelonio... ¿O nos alegramos por él?

Un saludo.

(Voy a leer tus anteriores entradas...)

Diego dijo...

kuoremio: gracias por tu detalle. Un abrazo.

Noelia: ¿hay más Epithumías por los blogs? Vaya, al final será cierto lo que dicen que todas las mujeres son iguales. Un abrazo.

Mixha: en esos momentos, claro que sí, ¿por qué dejar para otro momento lo que se puede saber ahora? Un abrazo.

Lilith: me parece muy bien, adelante. Pero no te pierdas. Un abrazo.

Yurena: te gustan o no te gustan..., pues yo particularmente no estoy seguro de eso, soy de grises. Por cierto, el texto es de Epithumía, no mío. Yo sólo intervine en la corrección de algunos leísmos y algunos puntos y comas ociosos. Epithumía parece gustar de esos vicios lingüísticos. Un abrazo.

Moderato: seguramente podrían haber empezado de nuevo, pero es que hay hombres cuyo orgullo es indomable. Quizá este fue un caso. Un abrazo.

Simalme: un abrazo.

Bruja: claro que siempre tendré muy presente tu regalo. Por cierto, hasta ahora sólo he recibido dos regalos y ambos han sido tuyos, así que eres mi "regaladora" oficial. Un abrazo.

Sine: si supieras las cosas que hay en este diario... Poco a poco. Un abrazo.

Miss: estuve buscando la descripción alfanumérica de Quelonio, alguna referencia a él, pero claro, el tipo le robó el diario antes de que pudiera hacerlo. Lo que habría dado por esa descripción... Un abrazo.

Anónimo dijo...

Cuando le dije que hiciera cualquier cosa para que Epithumía recuperara su diario, no me refería a que lo publicara. Me parece una falta de respeto y un atentado contra su intimidad.

Quelonio

Diego dijo...

Quelonio: no se preocupe, amigo, estoy seguro de que ella me lo perdonará cuando le recuerde que no habría publicado nada si usted no se lo hubiese robado. Un abrazo.

Miss Morpheus dijo...

¿Serán celos? No sé si llegó a hojear el diario antes de pedir que lo devolvieras, pero me da la sensación de que el orgullo masculino de Quelonio no le ha permitido leer esa codificación y descripción con buenas ojos... ¿Será que a él no dejó de mirarle? Quien sabe...

Un abrazo.

PIER dijo...

Ja!! Me ah encantado este relato..
Hum.. Como ha podido irse!!Despues de todo.. Dios!!.
Que estes bien. Un abrazo.

Vintage dijo...

Por eso es tan dificil mantenr la mirada, pero quien la mantine ese no se va

muakkkkkkkkkkkkk