17 de enero de 2009

El diario de Epithumía (Introitus)


Él está a punto de cambiar de sala, pero ni bien la ve tiene un presentimiento. Da un par de rodeos antes, quizá para convencerse de que no es buena idea, pero pocas veces una intuición le falla. Sólo unos pasos los separan cuando él, a quien ya conocemos como Quelonio, se aclara la voz y habla:
-No pierdas tiempo con ese dibujo, los mejores están en la otra sala.
Ella se ladea y lo mira con una tranquilidad que se parece más a la indiferencia. Su nombre es…, pues en su diario sólo hay un nombre: Epithumía.
-Es que tiene algo especial, no sé qué es...por más que lo miro no puedo saberlo. ¿No te ocurre algunas veces?
-Y no sólo con dibujos de una exposición. De hecho, todavía me estoy preguntando por qué me detuve aquí.
Después Quelonio la invitará a observar al que él considera uno de los mejores dibujos. Atraviesan algunas salas y llegan, se paran y observan. Epithumía confiesa:
-No me dice nada.
-Míralo diez segundos, luego cierra los ojos y reconstruye el dibujo en tu mente. Luego ábrelos y vuelve a mirarlo.
Epithumía obedece y cierra los ojos. Quelonio la mira sonreír:
-Los detalles que he querido recrear cuando tenía los ojos cerrados, ahora resaltan con mayor claridad.
-Suele ocurrir con los dibujos que no dicen nada
-Los cuadros han de emocionar o no..., no hay que pensar sobre ellos o "buscar", simplemente dejar que lleguen a ti.
-Los cuadros comunican, igual que cualquier forma de arte, pero a veces lo hacen de un modo extraño, inadmisible para nuestros ojos… y no lo captamos. Por eso confío en la búsqueda cuando creo que no me dicen nada, porque siempre dicen. Hay que conocer la manera de llegar a ellos, hay que entender su lenguaje.
-¿Terminas un libro aunque no te convenza por el simple hecho de haberlo empezado? Pues para mí es lo mismo: no pierdo tiempo buscando algo que me emocione.
-Porque buscas en un libro o en una pintura sólo un tema, cuando la obra de arte comunica mucho más que temas. Si alguien pasara por aquí ahora mismo, encontraría absurda esta conversación. Sin embargo tú y yo y ahora la entendemos y la valoramos porque hemos captado un lenguaje, y este lenguaje aquí y ahora es nuestro, tuyo y mío.
-¿Estás ligando conmigo?
-¡Estoy discutiendo contigo! Si quisiera ligar, te pediría que siguiéramos discutiendo con un café de por medio, y eso es algo que no haré hasta que no terminemos de recorrer la exposición.
-Pues no perdamos tiempo.
-Y sigamos, que no me tomaré el café tranquilo si no logro convencerte un poco.
-No me convencerás.
-Ni siquiera sabes mi nombre, mucho menos sabrás cómo puedo influir en ti.
-No vas a convencerme porque tienes otro objetivo en tu mente, otro objetivo más poderoso que el objetivo de convencerme. O quizá soy yo quien odiaría pensar que ese es tu único objetivo… no lo sé... ¿Y tu nombre es?



15 comentarios:

josef dijo...

jaja Muy buena charla reflexión sobre el arte. Creo que deberías de seguir este capítulo. Me ha gustado, pero me ha quedado un gusto con sabor a más...Un saludo!

Fernando García-Lima dijo...

En el fondo me gustaría conocer a Quelonio... Por cierto, estoy con él en esta ocasión.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Jajajaja...¡Vaya con Quelonio!

Es cierto que a veces algunos cuadros no nos dicen nada, como algunos libros, y otros libros y cuadros, en un momento determinado parecen estar llenos de "señales" sólo para tí, y crees estar en auténtica comunión con el artísta. Como con todo depende de cómo estés, o que busques en ese momento...

P.S.: No te puedo pasar nada de las conferencias, porque no era un seminario ni un congreso, era tan sólo un cine-forum, que se realizó en un Centro Cívico de barrio, a veces el ponente, era bastante mediocre, y otras, sorprendente como en el caso de Matrix...por desgracia sólo tengo lo que recuerdo :-(

simalme dijo...

Me recuerda en algo a "El último tango en París"

Yurena Guillén dijo...

Muy interesante Diego.
Cualquier tipo de manifestación artística debe expresar el mundo interno de su creador. Se considerará buena la obra si el mecanismo o medio de expresión es honesto y fiel con las ideas, sensaciones o sentimientos del artista. Que nos guste, es otra historia. Una manifestación artística se tornará hermosa si consigue emocionarnos. Sólo eso ... se trata de emociones y de empatía.
Quedo a la espera de saber algo más del encuentro entre el ilustre Quelonio y la desconocida Epithumía. Un abrazo.

Miss Morpheus dijo...

Esta pareja promete... llevan las discrepancias al juego, intercalan comentarios serios con insinuaciones que ambos entienden pero que dejan pasar con una sonrisa interna... Epithumía... con ese nombre, que tiemble Quelonio.

Un abrazo

Hache dijo...

Yo veo mucho arte en esa pareja, les veo un futuro prometedor de discusiones y peleas, de provocaciones y luchas.

¿Se toman ese café?

Yo también espero que lo continúes.

ARF dijo...

Más allá del poderoso y odiado objetivo de Quelonio, tejido, y dejado ver asomar, tan elegantemente, debemos reconocer el encanto y el interes que ha despertado en esta, Epithumía, que atrevida, osa y pone a prueba, en señal de rebeldía, los dotes y la influencia, que nuestro notable amigo, arrojará sobre su indefensa humanidad. Dios la libre y la guarde, aunque con ese nombre...

Saludos.

PIER dijo...

Me gusta..
Esta pareja da de que hablar..
Sigue escribiendo, quiero saber más de ellos..
Espero que tengas una buena semana.
Que estes bien.
un abrazo

Dejame que te cuente dijo...

bueno....lo enriquecedor de la vida es ir encontrandote pro el camino gente con posturas distintas ala tuya...
inteligente conversacion la de los protagonistas...
un abrazo diego

Amélie dijo...

¿Y no es el dibujo o la pintura de otro una paraíso abierto a las proyecciones personales? para mí, sí.
Buena discusión.
saludos

Vintage dijo...

uy uy uy aqui hay temita, lo huelo

Quelonio, quelonio ¡¡¡¡

muakkkkkkkkkkkkk

Diego dijo...

José: lamentablemente siempre hay más sobre Quelonio. Un abrazo.

Fer: quién sabe, quizá algún día. Un abrazo.

Bruja: qué pena lo de la conferencia, habrá estado muy interesante la relación. Un abrazo.

Simalme: Quelonio cree que lo que ocurre en esa película es perfectamente normal, por lo menos en cuanto a la forma de conocerse de ellos dos. Por eso hace esas cosas. Un abrazo.

Yurena: tú estás con Epithumía evidentemente. Quizá en parte yo también. Un abrazo.

Miss: Estoy seguro de que llegó a su casa y buscó en enciclopedias. Por cierto, supongo que Epithumía habrá temblado cuando supo el nombre de ese pajarraco. Un abrazo.

Hache: no creo que Quelonio sea tan valiente como para someterse a esas luchas. Pero quizá me equivoque. Un abrazo.

Vanidoso: no sea que al final el indefenso pase a ser Quelonio. Vamos, que perro que ladra no muerde. Un abrazo.

Pier: como decía antes, lamentablemente siempre hay más de Quelonio. Un abrazo.

Fire: qué sería de Quelonio sin antagonistas. Un abrazo.

Amélie: interesante pregunta. Bienvenida. Un abrazo.

Bolero: nunca dudaría de tu olfato en estas cosas. Un abrazo.

Mixha Zizek dijo...

Y ya extrañaba a Quelonio y sus cuitas tan bien relatadas por tu mano. Y estaría bien que vaya convenciendo por el camino si le da un ligue y bueno aprovechara para ver una buena muestra pictórica, me encantaría conocerlo al quelonio , un besote

Myriam M dijo...

Epithumía, vaya nombre hermoso, seguro que a Quelonio le basta con lo que connota para "enamorarse". Menos mal que la chica le entró por el físico (me gusta adivinar) y que hay veces que incluso a los que presumimos de ellas, las palabras (e incluso los nombres)nos sobran.